Héctor Miguel Opazo Santis
Caminando recientemente por las calles de Bogotá junto a Pao, comentaba acerca de las últimas experiencias a nivel gubernamental y privado en las que he estado desarrollando trabajos, tanto aplicativos como de investigación en torno a la Continuidad Operacional bajo situaciones de crisis y emergencias. En tal sentido, aquellas organizaciones que han venido desarrollando un marco de trabajo adaptativo respecto a las situaciones antes mencionadas, son las que a partir del aprendizaje han obtenido mejores resultados en el tiempo.
Quizás el primer punto de acercamiento a dicho estado es entender bien el fenómeno de la Resiliencia Organizacional y como la mirada de la Continuidad de Negocio aporta en términos superlativos a desarrollar este concepto. Pero un paso antes que esto, es entender bien lo que significa Resiliencia. Se puede entender la Resiliencia como la condición humana de asumir con determinación situaciones límite y superarlas positivamente, dicho de otra manera, es la capacidad que tienen los seres humanos de poder levantarse a partir de las derrotas o caídas que se tengan en la vida.

En tal sentido, las Organizaciones también adoptan formas similares a las personas para enfrentar sus crisis y emergencias, también pasan por períodos de situaciones límites o desastres, cambios y condiciones de estrés que muchas veces colocan a las organizaciones al borde del abismo. La superación de esa condición tiene que ver con la Resiliencia Organizacional. Dicha condición apuntará a aquellas organizaciones capaces de enfrentar este tipo de eventos para reponerse de manera eficiente a situaciones abruptas e inoportunas.
Adicionalmente, se puede entender la Resiliencia Organizacional como la habilidad organizacional para actuar de manera decisiva y efectiva en respuesta a condiciones disruptivas de incertidumbre, que ponen en peligro la supervivencia de la empresa a largo plazo.
La pregunta que surge de manera frecuente es si todas las organizaciones actúan de igual manera frente a los eventos de crisis o desastres. La respuesta claramente es no, existen cientos de ejemplos ilustrativos de esta aseveración a través del tiempo, y esta conclusión es la que aporta una diferencia significativa respecto a las oportunidades que surgen al enfrentar eventos inesperados.
Las organizaciones saludables no sólo sobreviven a las crisis, o logran adaptarse a ellas, sino que salen fortalecidas, convirtiéndose en organizaciones capaces de sobreponerse a desastres y más aún, aprender de ellos y de cómo estar preparados. Esto en el tiempo constituirá un camino diferenciador que podrá ser transferido a todas las “partes involucradas” de la organización, entre estos: Clientes, Proveedores, Comunidad, Directivos y otros, a través de la confianza, credibilidad y aceptación.
Se puede hablar de Organizaciones Resilientes, de aquellas que están preocupadas de manera relevante en el establecimiento de los factores de riesgo y protección, añadiendo que muchos factores pueden convertirse en una causa de protección o bien en una vulnerabilidad que se puede transformar en un riesgo. Esta característica constituye la base del análisis de riesgo y la importancia que puede situar a esta práctica como vital en el desarrollo de la Resiliencia Organizacional.
Sin duda alguna que los cambios organizacionales dados por la movilidad de los mercados, eventos inesperados e incluso por el crecimiento vegetativo que tienen las organizaciones buscando eficiencia y formas de competitividad son un flanco de preocupación para las mismas. Más aún, los cambios inesperados como situaciones exógenas que golpean con una baja frecuencia pero con alto impacto (característica típica de los desastres), son aquellos cambios que han hecho que las organizaciones en algunos casos desaparezcan y en otros hayan generado una pérdida irreparable. Estos cambios con características de desastre son los que las organizaciones deben ver, hacerse cargo y estar atentas.
Detrás de la búsqueda de la Resiliencia Organizacional está la capacidad de las Organizaciones de trabajar en la búsqueda de un marco de trabajo responsable, con recursos comprometidos que puedan salvo guardar los intereses de manera preventiva, o bien mitigando los impactos cuando las crisis y emergencias hayan sido declaradas.
Varios de los conceptos vertidos en esta crónica representan el corazón de los Sistemas de Gestión de Continuidad de Negocios. La gestión de riesgos se hace cargo de manera preventiva de establecer los controles necesarios a fin de poder anticiparse en muchos casos a los desastres, mitigando mediante la reducción del riesgo aquellas vulnerabilidades expuestas. Lo anterior es pilar fundamental para desencadenar la Resiliencia Organizacional.

Estar preparados mediante estrategias que puedan hacer frente a condiciones inesperadas de alto impacto, apunta precisamente a lo que pregona la Resiliencia Organizacional, el hecho de conocer que hacer y cómo hacer en caso de verse enfrentado a un desastre es parte de lo que la Gestión de Continuidad de Negocios impulsa. La capacidad de resistir a un desastre es lo que en el futuro marcará aquellas organizaciones que hayan adoptado las medidas necesarias para hacerlo. Casos existen muchos y de diferente índole.
La adopción de la Gestión de Continuidad de Negocios aparece en el horizonte de las organizaciones más temprano que tarde, haciendo frente de manera coherente y consistente de aquellos aspectos que se deben trabajar a la hora de una crisis y emergencia. Las organizaciones deben estar preparadas para tolerar estos golpes inesperados.
Lo que resulta importante destacar una vez superada la crisis, es la condición de fortalecimiento a la que se ha llegado después de haber pasado por “tiempos de guerra”. Esto constituirá un alma nueva para la organización que entregará retornos en el corto plazo.
Finalmente, el desarrollo de la Resiliencia Organizacional mediante la Continuidad de Negocios como articulador, será la llave para la viabilidad y competitividad en el largo plazo. Quienes han entendido esto, no solo han pensado en la gestión operacional, sino también han entendido que esto genera valor presente y futuro, que puede ser traspasado a sus clientes otorgando crecimiento y diferenciación.
Héctor Miguel Opazo Santis, es Ingeniero Civil Industrial, Ingeniero en Informática, Magister Business Engineering, con post títulos en Evaluación de Proyectos y Gestión de Sistemas de Información. Es certificado CBCP del DRI International. Con más de 20 años de experiencia en el mundo tecnológico a nivel de consultoría y desarrollo tecnológico aplicado. Ha sido en consultor en Latinoamérica y Estados Unidos de organismos internacionales y bancos de fomento. Se ha desempeñado en cargos gerenciales en diferentes industrias, tales como: consultoría, banca, comercio, salud entre otros. Se ha especializado en dirección de proyectos, negocios electrónicos y evaluación de proyectos de tecnología. Es fundador de Resilience Consultores en Santiago de Chile.
Emprendedor y Profesor titular de la cátedra de E-Business y Gestión Estratégica en la Universidad Andrés Bello donde pública estudios y proyectos asociados. Héctor Miguel puede ser contactado en hmopazo@resilchile.cl